
Los chilaquiles rojos con huevo y aguacate son un platillo tradicional del desayuno mexicano, famoso por su sabor reconfortante y su versatilidad. Este platillo se compone de totopos (trozos de tortilla frita o tostada) bañados en una salsa roja hecha a base de jitomate y chile, acompañados de huevo —por lo general estrellado o revuelto— y rebanadas frescas de aguacate. El origen de los chilaquiles se remonta a la época precolombina, como una forma de aprovechar las tortillas del día anterior. Su nombre proviene del náhuatl chīlāquilitl, que significa "tortillas en salsa de chile". Hoy en día, se preparan en todo México y tienen muchas variantes regionales. Son muy comunes en fondas y hogares, y suelen servirse también con crema, queso fresco y cebolla.
Ingredientes
Instrucciones
- Corta las tortillas en triángulos y fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas, luego escúrrelas en papel absorbente (o usa totopos ya preparados).
- Hierve los jitomates y los chiles guajillo hasta que estén suaves.
- Licúa los jitomates, chiles, ajo, cebolla y un poco del agua de cocción; cuela si deseas una salsa más fina.
- Sofríe la salsa en una sartén con un poco de aceite, sazona con sal y cocina hasta que espese ligeramente.
- Agrega los totopos a la sartén y mezcla bien para que se impregnen con la salsa; cocina solo unos minutos para que no se hagan aguados.
- En otra sartén, fríe los huevos al gusto (estrellados o revueltos).
- Sirve los chilaquiles en un plato, coloca el huevo encima y decora con rebanadas de aguacate.
- Agrega queso fresco, crema y cebolla si deseas, y sirve caliente.