
Categorías: Tortillas, Masa.
La tortilla es mucho más que un alimento básico en la cocina mexicana. Es una herencia milenaria que ha acompañado al pueblo desde tiempos prehispánicos. Su origen se remonta a civilizaciones como la maya y la mexica, donde ya se preparaban discos de maíz nixtamalizado cocidos en comales. No era solo una fuente de energía, sino también un símbolo de identidad, comunión y cultura. La nixtamalización —proceso en el que el maíz se cocina con cal para liberar nutrientes— es una de las técnicas más valiosas que nos dejaron esos pueblos. Gracias a ella, las tortillas no solo eran sabrosas, sino también ricas en calcio y aminoácidos esenciales.
Con la llegada de los españoles, el trigo entró en escena, dando paso a las tortillas de harina, pero la de maíz nunca dejó de ser la reina de la alimentación mexicana. En cada región del país, las tortillas tomaron distintas formas y sabores, adaptándose a ingredientes y costumbres locales. En el norte, especialmente en Ciudad Juárez, la tortilla sigue teniendo un lugar esencial en la vida diaria. Ya sea para acompañar platillos tradicionales o como base de tacos, enchiladas o chilaquiles, la tortilla permanece como un elemento indispensable en la mesa juarense.
Empresas locales como Tortillería La Bufa han sabido conservar ese legado. Con el uso de maíz seleccionado y procesos que respetan la tradición, ofrecen tortillas de excelente calidad que mantienen el sabor auténtico de nuestras raíces. Además, han ampliado su oferta con tostadas, totopos simples y otras variaciones como los totopos con chile, flaming hot o con queso, demostrando que es posible innovar sin perder lo esencial. Comprar en una tortillería local como esta también fortalece la economía de Ciudad Juárez, apoya a productores y mantiene viva una de las tradiciones más importantes del país.
En cada tortilla hay historia, salud y comunidad. Y en lugares como Ciudad Juárez, sigue siendo una forma diaria de conectar con nuestras raíces.